La crisis mundial, según los medios de comunicación, azota en todos los escenarios. Pero a propósito de la crisis los empleadores se abusan, bueno siempre lo han hecho, pero hoy más que nunca. Si no lo saben, algunas empresas decidieron no contratar nuevos empleados y a los que están empleados no les subieron el sueldo. Esto a pesar del alza de precios de los productos de primera necesidad. El pretexto: la amenaza de despedirlos y la escalada del desempleo mundial.Pero lo más indignante es que a propósito de la crisis se ofrecen sueldos de miseria. Un ejemplo: un periodista ecuatoriano que se fue a especializarse en el extranjero y que ahora quiere integrarse a un periódico de la capital me contó que le ofrecen apenas 450 dólares, sueldo que ganaba hace cinco años. ¡Qué estafa! Este pobre profesional me preguntaba ¿para qué estudiar?
Creo que su reflexión es interesante, pues de que vale estudiar y prepararse si en este país parece que no vale nada. Hay que entender que la crisis afecta al sector bancario e inmobiliario, y por eso no es pretexto para que los empleadores se abusen de forma indiscriminada de la gente que busca trabajo. Entonces, ¿para qué estudiar? Creo que vale más ser un lamebotas.
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